domingo, 27 de noviembre de 2011

ENCUENTRO DEL NAZARENO CON LA VIRGEN DE LA AMARGURA. 1988



Nuestro Padre Jesús Nazareno se sitúa frente a la Virgen de la Amargura en la mañana del Viernes Santo, cuando procesionaba en la semana Santa. Al fondo, tras Jesús, podemos ver la fachada de la capilla del Asilo y, en primer plano, el paso de la Virgen de espaldas, en el que destaca que aún se llevara a hombros por los acogidos en  PROMI en un sencillo trono que parece de madera forrada de terciopelo con incrustaciones de metal dorado.
Se ha corregido la información de esta fotografía, gracias al comentario de Luis Félix Ruiz Sánchez. También informa de este momento de aquel viernes Santo de 1988 La Opinión en su número 3058 (17 de abril) y cita como únicos pasos de esa mañana los de Jesús Nazareno y la Virgen de la Amargura (como curiosidad, en el citado número de La  Opinión aparece una fotografía de esta dolorosa tomada de frente en el mismo lugar que el que muestra la que ofrecemos en el blog).

domingo, 20 de noviembre de 2011

CRISTO DE LA SANGRE. 1989


Bellísimas mantillas de nuestra ciudad alumbran al Cristo de la Sangre en la noche del viernes Santo a su paso por las puertas de la Iglesia de San Juan de Dios. Nuestro Cristo salía dos veces en semana Santa, la primera el lunes, como aún hoy realiza, y la segunda el viernes, de la manera que nos hace rememorar esta fotografía, sobre un sencillo trono adornado con claveles y cuatro candelabros de madera dorada.

domingo, 13 de noviembre de 2011

BARRIADA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SIERRA. 1991


La explanada que encontrábamos delante de la Parroquia de San Francisco y San Rodrigo, donde podían aparcar fácilmente los coches del Moro, como los que muestra esta fotografía, ha dado lugar hoy a una bella plaza con naranjos y con una gran fuente redonda; todo lo demás, incluso las casas blancas, permanecen.

domingo, 6 de noviembre de 2011

LA MISERICORDIA POR LA CALLE CERVANTES


Nuestra Señora de la Misericordia con San Juan a su paso por el Círculo de la Amistad (Casino) en una soleada y esplendorosa mañana de jueves Santo, como las que siempre deseamos. Aunque el autor no la fechó, es posible que se realizara en torno a 1992.